Lo primero que quiero hacer antes de poner esta receta, es pedir disculpas anticipadas a toda la familia del Magreb porque sé a ciencia cierta que el delicioso cous-cous que ellos preparan por tradición, no tiene nada que ver con esta versión libre y personal que yo hago en mi casa y para los míos.
Lo llamaremos “cous-cous Anita” para no ofenden a nadie (nada más lejos de mi intención).
Este plato podría considerarse como el plato principal de muchas familias en el Norte de Africa, ya que en muchas de ellas se cocina casi diariamente.
El cous-cous es un alimento que consiste en granos de sémola de trigo de tamaño medio. Normalmente, y siempre dependiendo del país, se suele acompañar con estofado de carne o pollo muy especiado y con verduras y legumbres. Este estofado se prepara en un recipiente especial llamado “cuscusera” que es muy parecido a las vaporeras de nuestras baterías de cocina, de forma que en el puchero de abajo se hace la carne y las verduras y en la vaporera se cocina el cous-cous a la vez.
El cous-cous es un plato exquisito que no debería faltar en nuestra mesa, una más de las joyas heredadas de la gastronomía del Magreb.
COUS-COUS ANITA
Ingredientes (para dos):
- 1 cebolleta
- 1 zanahoria
- 1 calabacín
- 1 berenjena
- Carne de ternera
- Sal, pimienta, comino, albahaca, tomillo, romero, 1 hoja de laurel y curry.
- Caldo de carne.
Elaboración:
En una cazuela de barro pochamos la cebolleta con sal. Incorporamos la zanahoria y dejamos que se ponga un poco blandita. A continuación metemos el calabacín a daditos y la berenjena, rehogamos un poco.
Incorporamos la carne (puede ser ternera, pollo o lo que queramos) también a daditos y condimentamos con las especias que nos apetezca y más nos gusten y la hoja de laurel. El curry para mí es esencial porque le da ese toque especial... pero poner lo que queráis.
Una vez que se ha cocinado un poco la carne le pondremos el vaso de caldo y dejaremos que se cocine.
Si tenemos vaporera la pondremos encima del puchero y añadiremos una taza de cous-cous por persona para que se vaya haciendo con el vapor que desprende el estofado.
Si no tenemos vaporera pondremos el cous-cous en un bol y cubriremos con caldo de carne. Taparemos y esperaremos a que el caldo se evapore.
Se puede servir junto o por separado, cada cual como más le guste.
Y ahora como dice un refrán marroquí: "Mâ kainsh el-kalâm cala ettacâm” , osea “donde hay comida, no se habla”, así que ¡A CALLAR TODO EL MUNDO....!
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